La delicada naturaleza de las frutas y verduras, frágiles al traqueteo, y propensas a estropearse y deteriorarse rápidamente, las convierte en un reto para las operaciones de procesado de alimentos. Un control adecuado de la temperatura durante el almacenamiento y el transporte es crítico para mantener la frescura y extender la vida útil. La diversa gama de frutas y verduras, cada una con requisitos de manipulación únicos, y la necesidad de prácticas eficientes e higiénicas para evitar la contaminación complican aún más la logística de manipulación de materiales.